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Nuestro gatito crecerá hasta aproximadamente el año de vida. A partir de este momento podremos considerarlo adulto.
Durante este primer año requerirá una buena nutrición y cuidados para poder desarrollarse adecuadamente, debido a que todos sus tejidos están en continuo crecimiento. Su sistema nervioso, locomotor, ojos, oídos, entre otros, terminarán su desarrollo en este momento; por lo que los gatitos que hayan recibido los cuidados necesarios durante esta etapa se convertirán en adultos sanos.
Debemos prestar atención también al sistema inmune, que en gatitos jóvenes no se ha desarrollado por completo, por lo que son más propensos a contraer enfermedades. Deberemos protegerlos y vacunarlos adecuadamente.
Se consideran neonatos los gatitos desde el nacimiento hasta el destete, generalmente las 4 semanas de edad.
Es un momento delicado porque el gatito todavía no es capaz de regular su temperatura corporal y es totalmente dependiente de la madre. Durante las primeras 48 horas es muy importante que ingiera el calostro de la madre, lo cual ayuda a fortalecer su sistema inmune.
En este periodo los gatitos abren los ojos (entre los 4 y 14 días), abren los conductos auditivos (a los 12-14 días) y aparecen los primeros dientes (a las 2-3 semanas). Además multiplicará rápidamente su peso y cambiará el pelo por el definitivo.
Durante el destete los gatitos crecen más rápido y es el momento en el que se produce el máximo desarrollo neurológico y cognitivo. Es por esto por lo que debemos exponerlos paulatinamente y con sumo cuidado a los estímulos externos, así como humanos y otros animales. Les facilitaremos además juguetes y enriquecimiento ambiental.
Se procederá a la introducción del alimento sólido, que deberá ser altamente digerible para evitar problemas gastrointestinales.
Especial atención daremos en este periodo al sistema inmune, ya que se produce el denominado «vacío inmunitario», a consecuencia de la bajada de anticuerpos que le proporcionó la madre y a que pasarán unos días hasta poder ser vacunado. Tendremos por tanto cuidado de juntarlo con animales no vacunados o de actuar nosotros como vectores al estar con animales enfermos.
Entre los 2 y los 6 meses los gatitos crecerán rápidamente. Además a partir de las 8 semanas es cuando podemos empezar a vacunarlos debido a que habrán perdido los anticuerpos maternos.
De igual modo que ocurre con los perros hasta los 3 meses es cuando podemos socializar al gatito, introduciéndole experiencias y estímulos diferentes y haciéndolo siempre de manera positiva para evitar la aparición de miedos.
No deberíamos separar a los gatitos de la madre antes de las 8-12 semanas de edad.
A partir de los 4 meses los gatitos empiezan a desarrollar su comportamiento sexual, pueden empezar con conductas de marcaje y a frotar sus mejillas contra objetos.
A los 6 meses alcanza la madurez sexual, comenzando los ciclos sexuales. Puede ser el momento de esterilizarlo, por lo que es conveniente que lo consultes a tu veterinario.
Los problemas de salud más frecuentes en esta etapa suelen ser las enfermedades infecciosas, por lo que el gatito debe estar correctamente vacunado, y los accidentes o lesiones, a consecuencia del juego, la exploración y gran actividad que desarrollan.
Los gatos se convertirán en adultos a partir de los 12 meses, aunque algunas razas de gato más grandes no alcanzan la edad adulta hasta los 15 meses.
Es importante conocer las enfermedades más frecuentes que puede padecer nuestro gatito para poder actuar a tiempo en caso de que las presentara. A continuación os detallamos algunas de las más frecuentes.
Se trata de un virus gastrointestinal altamente contagioso, que provoca diarreas y vómitos principalmente. En gatitos jóvenes sin vacunar puede ser muy grave, llegando a producir la muerte del animal.
A veces llamada gripe felina, provoca un cuadro de conjuntivitis, estornudos, mucosidad, lagrimeo, etc. Habitualmente son cuadros leves, sin embargo en gatos inmunocomprometidos puede complicarse y ser mortal. Además los gatos que pasan la enfermedad suelen quedarse como portadores y en momentos de estrés pueden volver a enfermar.
A veces llamada gripe felina, provoca un cuadro de conjuntivitis, estornudos, mucosidad, lagrimeo, etc. Habitualmente son cuadros leves, sin embargo en gatos inmunocomprometidos puede complicarse y ser mortal. Además los gatos que pasan la enfermedad suelen quedarse como portadores y en momentos de estrés pueden volver a enfermar.
Provoca un cuadro similar al herpesvirus pero además puede haber úlceras en lengua y cavidad oral, haciendo que los gatos dejen de comer. Suele ser bastante insidioso y difícil de tratar. Se recomienda vacunar.
Los gatos son exploradores natos, juegan con cualquier objeto que se encuentran y muchas veces incluso los ingieren. Es habitual atender consultas de gatos que presentan un cuerpo extraño en alguna parte del tracto digestivo, siendo necesario en bastantes ocasiones recurrir a la cirugía para extraerlos. Es por ello que te recomendamos supervisar los juegos de tu mascota y proporcionarle cantidad de estímulos suficientes para oler, morder, etc. que no supongan un riesgo para su salud, como premios de distintas texturas, juguetes que no se rompan con facilidad, etc.
En su afán por explorar, los gatitos también sufren caídas, rasguños y diversas lesiones. Resaltamos la importancia de la supervisión de los gatitos cerca de fuentes de calor (vitrocerámica, radiadores, etc.), enchufes, cables, objetos pequeños que puedan ingerir, etc.
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